Rejuvenecimiento facial con NEUROMODULADORES
Dra. Laura Gutierrez Roca

consigue una piel más joven sin perder tu expresividad

La aplicación de neuromoduladores en la cara es un tratamiento de medicina estética muy eficaz que nos permite atenuar las arrugas y las líneas de expresión.

Desde hace muchos años se ha convertido en uno de los tratamientos faciales más reconocidos, ya que nos ayuda a conseguir un rejuvenecimiento facial muy natural.

¿qué son los neuromoduladores?

Son proteínas purificadas que se utilizan en medicina estética como uno de los mejores tratamientos de rejuvenecimiento facial existentes. Lo que conseguimos con ellos es relajar la musculatura facial, eliminando la causa de la aparición de las arrugas.

Efectos y resultados de los neuromoduladores

Cuando aplicamos los neuromoduladores en el rostro conseguimos dos efectos en un mismo tratamiento: suavizamos las arrugas existentes y prevenimos la aparición de nuevas líneas de expresión.

Lo más importante a la hora de realizarse un tratamiento con neuromoduladores es no perder la naturalidad y la expresividad del rostro. Para ello estudiamos la piel y las arrugas en profundidad e infiltramos los neuromoduladores solo donde es necesario y en la dosis adecuada.

El efecto suele durar entre 4 y 6 meses dependiendo de la fuerza de la musculatura y del tipo de piel. Pasado este tiempo es el momento óptimo para evaluar tu caso en particular, determinar la frecuencia con la que realizar el tratamiento y la dosis a emplear para mantener un efecto natural en el tiempo.

En cuanto a los resultados son casi inmediatos. Comienzan a percibirse a los 3 o 4 días y se van acentuando con el paso del tiempo: nuestra piel lucirá más lisa y rejuvenecida, un auténtico efecto lifting sin cirugía.

dónde y cómo se aplican los neuromoduladores

Se aplican en aquellas zonas donde solemos tener más arrugas, como la frente, el entrecejo y las patas de gallo; y en determinados casos se puede emplear en la zona peribucal, para la corrección de la sonrisa gingival o en el cuello. Desde hace unos años también los utilizamos con mucho éxito para corregir otros problemas menos asociados con el campo estético pero que nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida. Ese es el caso del uso de los neuromoduladores para el bruxismo, que además de repercutir negativamente en nuestra salud dental hace que se nos ensanche el óvalo facial; o para casos de sudoración excesiva en axilas, plantas o palmas de los pies (hiperhidrosis), ya que actúa bloqueando las glándulas sudoríparas. En cuanto a cómo se aplican los neuromoduladores, se inyectan en aquellos músculos responsables de tirar de la piel de donde están las arrugas que queramos difuminar, por lo que es un procedimiento rápido, sencillo y seguro. La sesión dura aproximadamente quince minutos y no deja secuelas de ningún tipo, más allá de algún posible hematoma pequeño en la zona; por lo que podemos continuar con nuestra vida con total tranquilidad.

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